Es un programa de educación flexible que atiende las necesidades educativas específicas que experimentan poblaciones vulnerables. Está orientado a facilitar que jóvenes y adultos/as obtengan el título de bachilleres y sean gestores Pacicultores.
Ello significa que los/as beneficiarios/as reconstruyen sus proyectos de vida mientras acceden al título de bachilleres, centrando su atención en propiciar habilidades para la vida y la convivencia, para generar la transformación cultural en comunidad, superando violencias y previendo comportamientos de riesgo como la vinculación a la guerra, a la delincuencia y a otras formas de acción violenta.
El Bachillerato Pacicultor se inserta en la comunidad de las y los estudiantes. Son los docentes – tutores quienes se trasladan a los barrios, casas y comunidades donde viven los estudiantes, algunos han llamado este programa “educación a domicilio”, porque uno de los aspectos más importantes es entender la escuela como un espacio itinerante, flexible y abierto al aprendizaje en y con la comunidad.
Razón por la cual se generan condiciones favorables para el establecimiento de la población desplazada en los entornos de llegada (receptores) y se ayuda a superar prejuicios por parte de la población que los acoge.
SOBRE EL PROGRAMA Y SU PEDAGOGÍA
BACHILLERATO PACICULTOR
Educación secundaria flexible para personas víctimas de la violencia.
ALCANCE

Entre 1995 y el 2005, producto de la degradación del conflicto armado, el desplazamiento forzado de personas, familias y comunidades crece exponencialmente. Cerca del 50% son niños, niñas y adolescentes menores de 15 años, y el 48% mujeres.
Colombia vive una crisis humanitaria, la población en desplazamiento se encuentra en desprotección, pierde los lazos culturales, se despoja de sus bienes patrimoniales, situación que se agrava con los bajos niveles educativos.
Esta situación demanda acciones oportunas y pertinentes, con modelos flexibles que respondan a las necesidades educativas y condiciones de vida de la población víctima.
A partir de 2006, convocado por el Consejo Noruego para Refugiados el Observatorio para la Paz diseña y pone en marcha el Bachillerato Pacicultor, orientado a jóvenes y a mujeres, quienes difícilmente encuentran modalidades educativas ajustadas a su condición.
“El Bachillerato Paz como Cultura para la Vida y Convivencia cumple con la finalidad para la cual ha sido diseñado: rehabilitar a corto plazo a poblaciones víctimas de situaciones de alta violencia y vulnerabilidad.”

El programa arrancó en las ciudades de Santa Marta, Cúcuta y Pasto; posteriormente se llevó a Ipiales y Tumaco. En estos lugares se desarrolló en alianza con Universidades públicas regionales, las cuales apoyan y facilitan la operación del programa, difundiendo la cultura de Paz en sus cátedras, ampliando el espectro educativo de sus estudiantes y permitiendo consolidar una escuela de docentes tutores para el Bachillerato Pacicultor.
Así es calificado el programa por una evaluación externa, a partir de la cual entra a ser parte de la oferta de modelos flexibles del Ministerio de Educación Nacional, destinados a garantizar el derecho a la educación de personas víctimas de violencias y en condición de vulnerabilidad.
Entre 2009 y 2012, el Ministerio de Educación Nacional, en convenio con Obserpaz, adopta el modelo como respuesta a las exigencias de la Corte Constitucional en el Auto 092/2008 de atención a mujeres víctimas del desplazamiento en zonas del país especialmente afectadas.
A partir del 2010 se expande a 15 municipios colombianos: Bogotá, Ibagué, Líbano, San Agustín, San José del Guaviare, Marinilla, Cúcuta, Sincelejo, Turbaco, Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, Fundación y Ocaña. En estos tres últimos lugares, al igual que en Pasto y Tumaco, es operado hoy en día por las Universidades con quienes se entabló inicialmente alianzas, con el apoyo del Consejo Noruego.
El Bachillerato pacicultor ha sido una respuesta educativa a nivel nacional, ha llegado a más de 12 departamentos, a más de 20 municipios. Se han graduado aproximadamente 4000 personas, certificadas por Instituciones Educativas de secundaria que han integrado el Bachillerato en su PEI. Se han formado más de 500 docentes-tutores en el modelo y ha desarrollado alianzas con Universidades locales.
La flexibilidad del plan de estudios, la paz como pedagogía, el trabajo desde los intereses, los saberes como método, el diálogo entre saberes diversos, la articulación de la innovación dentro de la normatividad educativa existente, la docencia como fuente de aprendizaje, y, la generación de ambientes de aprendizaje en la comunidad y la familia, lo hacen un modelo único y distintivo que aporta a la vida y a la convivencia.
En el 2015 se da inicio a un nuevo proceso dirigido a mujeres víctimas del conflicto armado en Buenaventura, Neiva y Quibdó. Esta es la oportunidad para que 240 mujeres puedan obtener su título como bachilleres y de esta manera orienten su vida hacia nuevos horizontes personales, familiares y comunitarios sobre la base de un ejercicio personal fundamentado en la paz como cultura y como posibilidad de transformación.
