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METERSE AL RANCHO

Herramienta pedagógica para la convivencia y desarticulación de violencia intrafamiliar.

Nos estamos metiendo, de manera pacífica y respetuosa, a cada familia, a una problemática sensible que implica meterse en la esfera privada, a un espacio de afectos y emociones, donde las violencias se legitiman desde la tradición y la costumbre, pero donde también existen evidentes prácticas de convivencia que se deben hacer conscientes.

 

Es una pedagogía para abordar la familia de una manera noviolenta,  sobre bases de confianza y con permiso de sus integrantes, que abren su puerta y su vida, y al primer rancho que se entra es al “rancho” del corazón.

 

Este programa promueve el acercamiento a la realidad interna de cada familia sin prejuicios ni calificativos, partiendo del reconocimiento que en toda realidad familiar conviven Paz, violencia y conflicto, y que cada familia e integrante de la misma es sujeto de su propia transformación.

 

En consecuencia, cada participante de este proceso se mira así mismo y a su familia, además se convierte en un facilitador que hace visible la Paz dentro de su vida cotidiana. Es mirar a las familias admitiendo que la violencia es un hecho innegable, pero precisando que en ellas se dan relaciones que no son violentas. Se trata entonces de prevenir los eventos y prácticas violentas, fortaleciendo los factores protectores y disminuyendo los factores de riesgo.

SOBRE EL PROGRAMA Y SU PEDAGOGÍA

ALCANCE

El modelo se construyó y validó en un pilotaje (2005), en un primer momento en tres ciudades colombianas: Cúcuta, Neiva y Bucaramanga; en una formación con madres comunitarias, educadores familiares, servidores públicos y Unidades Móviles del ICBF, estudiantes universitarios y  lideres comunitarias, que realizaron un trabajo directo con familias en condición de desplazamiento y vulnerabilidad. 

 

En el 2006 se extiende el programa a Soacha, municipio al sur de Bogotá, luego en los años 2007 y 2008 a más municipios en los departamentos de Santander, Norte de Santander y Huila, además de Nariño, Putumayo, Valle, Cauca, Chocó, Córdoba, Sucre, Bolívar y Magdalena; llegando a nuevas regiones que significaron incorporar diferentes tipos de poblaciones como los afrodescendientes del Pacífico Colombiano e integrantes de algunas comunidades indígenas colombianas, quienes enriquecieron la experiencia. 

 

En algunas ciudades se han creado Escuelas Itinerantes de Pacicultores y Pacicultoras que han tratado de darle sostenibilidad a la red creada por el modelo. También se realizó un pilotaje con énfasis en la atención de niños, niñas y adolescentes llamado Escuela Itinerante de Paz, en la comuna 13 de Medellín. En total se ha llegado a más de diez mil personas en todo el país, lo cual significa un avance en el tema, pero no suficiente para cubrir la problemática.

FAMILIAS CON BIENESTAR

En el año 2012 e inicio de 2013 en Córdoba, Meta, Norte de Santander y Tolima, operó el Programa Familias con Bienestar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar que tuvo como objeto desarrollar y potenciar capacidades en  familias en situación de vulnerabilidad para promover la convivencia armónica y prevenir la violencia en la familia a través de una estrategia pedagógica, diferencial, psicológica y social para el mejoramiento de la calidad de vida de17.640 familias.

El país cuenta con un modelo pedagógico innovador para prevención de la violencia intrafamiliar y promoción de la convivencia al interior de las familias, es una herramienta vigente y válida, parte de una oferta de transformación cultural y social, diseñada, construida y validada.

Informe Familias con Bienestar - Obserpaz - ICBF 

Testimonios de sus protagonistas niñas, niños y adolescentes de la Comuna 13

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